Hoy en día, mucha gente está interesada en pasar unas vacaciones que sean diferentes, originales y enriquecedoras a diversos niveles. En este sentido, una opción a tener en cuenta puede ser practicar el enoturismo. Esta modalidad, que en la actualidad es ofrecida por agencias como Winalist.es, puede ser perfecta para los amantes del buen vino, tanto si son entendidos como si lo que desean es aprender. Pero también es adecuada para todo aquel que sepa disfrutar de la buena gastronomía, así como para quien comprende que la cultura de cualquier territorio está ligada a unas raíces que tienen mucho que ver con lo que allí se come.
Qué es el enoturismo
Se trata de una propuesta turística que va dirigida a todo aquel que tenga curiosidad por descubrir cómo se elabora un producto de calidad. Es un modelo turístico en auge, e incluye ciertas actividades, como pueden ser las visitas a bodegas y a restaurantes especializados.
En dichos lugares no solo se participa en degustaciones de vinos. También se entienden los orígenes de cada caldo y se descubren sus raíces. Así, este tipo de salidas pueden incluir visitas a las instalaciones y talleres enológicos impartidos por profesionales.
Dónde ir
Por supuesto, nuestro país resulta excelente para llevar a cabo este tipo de experiencia: después de todo, son varias las regiones que cuentan con una potente tradición vinícola y que permitirán disfrutar de las mejores experiencias con el vino.
No obstante, si se prefiere viajar al extranjero para pasar las vacaciones, existen muchas alternativas para disfrutar del enoturismo en Europa. En Francia, por ejemplo, se puede ir a Burdeos, a Borgoña o al Valle del Ródano, entre otras opciones. Allí existen bodegas de larga tradición en las que es posible descubrir algunos de los mejores vinos del mundo.
Italia, por otro lado, suele ser otro destino escogido por los amantes del turismo con visitas a bodegas. La Toscana ofrece numerosas alternativas en cuanto a catas de vino se refiere, aunque los entendidos sabrán apreciar lo que el Piamonte o Sicilia tienen que ofrecer.
Sin salir de la península, es posible viajar a Portugal. Nuestro país vecino cuenta con algunas de las regiones vinícolas más interesantes. El Valle del Duero, la región de Lisboa o Setubal son ideales para este fin.
Qué tener en cuenta
La gente que esté interesada en las degustaciones de vinos sabrá apreciar todo lo ofrecido por el turismo enológico. Eso sí, para que la experiencia sea inolvidable, hay algunas recomendaciones a considerar.
La primera, por supuesto, es tener en cuenta en qué época del año se realiza el viaje. Ciertos meses serán más recomendables: por ejemplo, los meses entre agosto y octubre suelen coincidir con la vendimia.
Otro consejo es dejarse llevar por la curiosidad, ya que es la mejor forma de aprender. La gente que se dedica al vino suele estar deseando hablar de su oficio, así que estarán encantados de responder cualquier pregunta.
Por último, hay que tener en cuenta que el mundo del vino siempre ha estado fuertemente ligado al de la gastronomía. Por eso, combinar el turismo enológico con el gastronómico puede ser una alternativa que haga la experiencia todavía más completa.
En conclusión, se puede afirmar que la degustación de vinos es un elemento que se puede incorporar a las vacaciones con total naturalidad para darles una nueva dimensión. Las excursiones a bodegas y los talleres son solo algunas de las actividades que el turismo enológico ofrece. Es un modo distinto de desconectar del día a día y de adentrarse, de la mano de profesionales, en la cultura del vino.